Ha declarado la guerra a los políticos, dice que no hará alianzas con ellos, y que no son capaces de distinguir entre una planta de cacao y otra de banano. Isidro Romero, 78 años, cuestiona que no se le de paso a las nuevas generaciones, no solo a jóvenes sino a empresarios.
Romero sueña con convertir al país en una despensa de América y un granero del mundo. Con un disimulado acento español -dijo- que nunca dejó de venir a Ecuador. Refirió que tiene un proyecto: cambiar en el país la matriz de combustión: reemplazar los coches de combustión por coches eléctricos.
Explicó que Ecuador es superriquísimo, solo basta prender las cinco máquinas productivas que tiene el país: agricultura y pesca; industria; construcción; petróleo y minería y turismo.
Mencionó que en el mundo hay mucha planta que no viene al país por falta de estabilidad jurídica, laboral, entre otros