Luego de 4 meses del traspaso de la administración de 7 fondos complementarios al Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), esta última entidad mostró los resultados de la gestión en cada institución.
El pasado mayo, los fondos pasaron al Biess, luego de demostrarse que recibían dinero del Estado. Posteriormente, se detectaron irregularidades, en especial en el Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano (FCME), el más numeroso con 70.000 aportantes. En una auditoría se halló incluso que 914 ‘fallecidos’ aportaban al fondo, y que los anteriores administradores habrían contratado empresas de familiares.
Patricio Chanabá, gerente general del Biess, calificó como un éxito los cambios implementados porque mejoró la situación financiera.
“Se regularizaron los activos improductivos, se reestructuró la cartera morosa, optimizó la plantilla de empleados, se ha hecho una intensa reducción de gastos y se rentabilizaron los recursos”, detalló Chanabá.
Entre los beneficios para los aportantes del FCME, el titular de la entidad mencionó la reducción de la prima mensual del seguro de vida. Pasó de $ 1,46 a $ 0,85. “Una parte pagaba el partícipe, otra el propio fondo. Esto le genera al partícipe un ahorro del 42% y al fondo un ahorro de $ 486.000 al año”.
Una disminución similar se presentó en los seguros de desgravamen, servicios exequiales, tasas de interés de los créditos y los aportes de los socios. También se disminuyeron los gastos administrativos en telefonía celular, servicios de seguridad, servicio de limpieza y del mantenimiento de un complejo deportivo.
En el FCME hubo una reducción de más de 10 puntos en la tasa de morosidad, llegando a 21,48%.
“Todavía es alta, pero estamos en un proceso intensivo de lograr la reducción de este indicador que es importante para la sostenibilidad financiera”, manifestó.
La disminución de los gastos por trimestre pasó de $ 10,22 millones entre enero y marzo de este año a $ $ 4,56 millones hasta agosto, lo que representa la reducción del 55%.
La utilidad del fondo en el primer trimestre era de $ 1,38 millones, mientras que entre julio y agosto fue de $ 5,38 millones, es decir 43% más.
De manera general, Chanabá indicó que la utilidad de los 7 fondos aumentó de manera considerable. En el caso del FCME el incremento fue del 341,30%, en el fondo de la Empresa Eléctrica Centro Sur (EECS) de 103,60%, en el fondo de la Escuela Superior Politécnica del Ejército (ESPE) de 500,40%, en el fondo de la Universidad Técnica de Ambato (UTA) de 75,80%, en el fondo de la Gobernación de Tungurahua de 195,90% y en la Gobernación de Morona Santiago de 83,40%.
En la Gobernación de El Oro la utilidad se redujo a 10,70% porque se registraron provisiones para regular la cartera morosa.
En el FCME todavía hay cuentas por cobrar como el gasto efectuado por alrededor de $ 500.000 en el proyecto Sabanilla, pese a no tener la obligación, ni la facultad legal de hacerlo. “Se han recuperado $ 200.000 y se gestiona el cobro del resto”.
Sobre irregularidades como estas, Chanabá mencionó, la administración directa del FCME evalúa y emite los informes para que siga el curso administrativo o judicial que amerite.
Añadió que en los partícipes se evidenció el interés de mantenerse en el fondo. “Se incrementó el 8% del aporte de los socios. Eso no solo significa que se mantenga, sino que se incrementen los mismos aportes o de otros partícipes”.
Anunció que “habrá un número importante” de los 70 fondos complementarios que hay en el país que pasarán en los próximos días a la administración del Biess, por lo que seguirán con el esquema de gestión implementado en los primeros 7 fondos en donde se encontró aporte estata