El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha afirmado este lunes que se sabe que el atentado del pasado viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, fue perpetrado por el Estado Islámico, pero al Kremlin le interesa saber quién lo ordenó.
«Sabemos por manos de quién se cometió esta atrocidad contra Rusia y su pueblo. Nos interesa saber quién lo ordenó», declaró, agregando que hay que «obtener respuestas a una serie de preguntas».
Según el presidente, se trata de una «acción intimidatoria». «La pregunta que surge de inmediato: ¿a quién beneficia esto? Esta atrocidad puede ser solo un eslabón de toda una serie de intentos de quienes, desde 2014, están en guerra contra nuestro país con manos del régimen neonazi de Kiev», señaló Putin. Además, indicó que ya «no se discute» sobre el hecho de que la contraofensiva ucraniana fracasó.