Messi no sabe qué hacer, por lo pronto, calla.

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El desastre vivido el pasado viernes ante el Bayern ha sido uno de los mayores mazazos que ha recibido el Barcelona a lo largo de su historia.

El club se encuentra en estos momentos a la deriva.

Setién dejará su cargo en las próximas horas, la directiva se plantea la convocatoria anticipada de elecciones y la plantilla ha quedado en entredicho.

Y más después de las palabras de Piqué en las que se ofrecía a marcharse si eso era la solución.

Queda por ver qué hará Leo Messi.

El argentino ha quedado muy afectado por el varapalo ante el Bayern.

La sensación de ridículo supera las vividas frente a la Juve, Roma y Liverpool.

Si ya antes del partido Leo andaba caliente, la temperatura ha subido ahora considerablemente.

Las declaraciones que hizo después del partido ante Osasuna en el que perdieron la Liga reflejaban el malestar del argentino.

Ahora hay tres escenarios posibles.

El primero es el de la rescisión de su contrato de manera inmediata. Es el más complicado de todos. En primer lugar por dicha situación contractual, pero también porque Bartomeu hará lo posible y lo imposible para que no se marche. Sabe que sería un golpe definitivo para su mandato, pasaría a la historia como el presidente que dejó marchar a Leo, y eso es algo muy duro que admitir.

Sin embargo, Leo anda muy quemado. Ya son cinco años sin ganar la Champions y el tiempo se le acaba. Además, ve como en el Barcelona no se están haciendo bien las cosas. Él mismo lo ha dicho en repetidas ocasiones en la diversas entrevistas que ha dado en los últimos tiempos. Después de Osasuna ya dijo que desde enero todo se había hecho mal; fue muy crítico con el trabajo de la secretaría técnica; pidió jugadores desequilibrantes como Neymar para los grandes partidos; incluso llegó a pedir defensas en otra. Poco caso le han hecho.

El segundo escenario es el de irse al final de la próxima campana cuando expira su contrato.

Eso significaría que no renovaría por el Barcelona y que a partir de enero podría negociar su futuro con cualquiera. Una situación muy incómoda para el club porque todos los días habría rumores sobre su salida.

Y muy dolorosa para Bartomeu porque no tendría la foto de su renovación antes de las elecciones.

El tercer escenario es el que se perfilaba hace unos meses.

Que Leo renueve su compromiso. Siempre sería año a año porque no quiere ligarse por mucho tiempo al Barcelona para decidir al final de cada temporada qué quiere hacer.

No parece fácil esta opción, por lo menos de momento. Ahora mismo no está para renovar ningún contrato y podría esperar hasta el final para hacerlo.

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