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Empobrecerse tras enfermarse es más probable en Ecuador que en el resto de América Latina

Dicho en palabras sencillas: si alguien se enferma debería tener la posibilidad de acceder a atención médica, a medicamentos, a vacunas y, lo más importante a lograr curarse sin que una enfermedad grave le obligue a gastar todos sus recursos y quedarse en la pobreza. Pero como en muchos otros temas relacionados con los ODS, el Ecuador muestra un evidente atraso que hace pensar que, en los diez años que faltan para 2030, fecha tope de su cumplimiento, poco o nada se podrá hacer para hacerlo realidad.

Y es que lograr esa cobertura sanitaria universal pasa por una serie de factores no solamente médicos, sino por el aporte político, económico y social y por distintos enfoques sobre qué es un servicio médico de calidad.

El balance de estos indicadores en Ecuador, según estudios nacionales e internacionales consultados por este portal, evidencia que en nuestro país los riesgos económicos asociados a las enfermedades superaban el promedio de la región, a pesar del aumento de gasto en salud que se produjo, en especial, durante la década correísta.

La COVID encuentra al país con un sistema debilitado, mientras que los sobrevivientes a la enfermedad tendrá secuelas graves como insuficiencia renal y sino hay un cambio de políticas de salud, «las perspectivas van a ser realmente malas», dice el médico Marcelo Aguilar.

Sobre la calidad en la salud, Aguilar cree que se debe ofrecer un manejo técnico y racional para las personas, que, por ejemplo, una operación no demore demasiado tiempo y que se intervenga con oportunidad. La calidad significa también que el tratamiento sea pertinente, asegura el experto.

Mientras tanto, el bajo gasto en salud y el aumento de la pobreza por efecto de la pandemia no podrán superarse si es que no hay «un cambio político radical» que priorice la gestión de salud para la población y lo que se podrá evidenciar es falta de atenciones y de medicamentos. «A pesar de estar en pandemia continuaron los despidos, no se incrementó personal en terapia intensiva y atención hospitalaria, el personal de salud está totalmente agotado. No hay incrementos: la lógica ha sido enfrentemos lo que lo viene con lo que tenemos» advierte el médico.

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