uno de los casos se dio en julio del 2008
Un juez argentino investiga una red internacional de falsificación de pasaportes italianos obtenidos por unos 150 jugadores de fútbol en una causa en la que el número de detenidos aumentó de 15 a 24, informa hoy la prensa bonaerense. El presunto fraude, que responde a una denuncia del consulado de Italia en Argentina, supuso un negocio de unos 30 millones de pesos (seis millones de euros) por la venta de documentos, según fuentes judiciales.
Las investigaciones en manos del juez federal Norberto Oyarbide involucran a las tramitaciones de ciudadanía y pasaportes italianos concedidos al portero Juan Pablo Carrizo, cuya ficha compró el Lazio al River Plate, y al ariete Germán Denis, que pasó de Independiente al Nápoles, entre otros. También involucran a los defensores juveniles Juan Forlín, del Boca Juniors quien jugó en el Real Madrid B español, y Ariel Broggi, del Banfield, quien obtuvo el pasaporte comunitario italiano. Asimismo, se investiga la ciudadanía italiana concedida al portero Maximiliano Scaparoni, del Boca Juniors quien juega en la selección argentina sub 20, y al delantero Gonzalo Bergessio, del San Lorenzo, quien jugó el año pasado en el Benfica de Portugal.
Invertir en un buen jugador significa la posible consecución de objetivos deportivos, por ende también de objetivos económicos.
Uno contra el otro
La falsificación de documentos y la falsificación de firmas son hechos sancionados por la justicia ordinaria como por la justicia deportiva.
Lamentablemente, una vez suceden esos hechos, los deportistas y los clubes se encuentran en igualdad de condiciones y se convierte en un conflicto entre la palabra de uno contra del otro.
De hecho, en muchas ocasiones ha sucedido que, los jugadores, por falta de asesoramiento y desconocimiento del tema, no ejercen ninguna acción contra esos hechos delictivos y permiten que un acuerdo que no ha sido firmado por ellos surta sus efectos.
¿Qué dice la FIFA?
La FIFA ha emitido su opinión en relación a este tema y manifiesta que «se presume la autenticidad de la firma de un documento hasta que no se demuestre lo contrario a menos que existiera una evidente y manifiesta divergencia de la(s) firma(s) en cuestión». De igual manera, la FIFA manifiesta que una supuesta falsificación de firma debe ser juzgada por los tribunales penales competentes.
Cuando se habla de la intervención de la justicia ordinaria en los casos de falsificación de firma, nos referimos a una instancia en la cual la sanción otorgada a un sujeto que resulte culpable es la privación de la libertad, con una pena de hasta 2 años.
A través de la historia, en nuestro país han existido casos de presuntas falsificaciones de firma, pero ninguna confirmada, ya que los jugadores se someten a esa situación o llegan a un acuerdo con los clubes. La renovación automática del contrato de trabajo, figura que prohibió FIFA -como consecuencia del caso Bosman- y la falsificación de firmas, eran los métodos que utilizaban los clubes panameños para retener a sus jugadores, según aseguran algunos ex jugadores.
A nivel internacional
El tema retoma más importancia porque los intereses económicos son mucho más altos y porque las partes afectadas se dirigen a la justicia deportiva para dirimir sus conflictos y en muchas ocasiones, a la prensa.
La falsificación de documentos no se limita única y exclusivamente a los contratos de trabajo, sino que también se pueden falsificar pasaportes, como sucedió en marzo de 1999 cuando, para un torneo sudamericano sub 17, tres integrantes de la selección nacional de Ecuador viajaron con documentos falsificados. Uno asumió la identidad de su hermano menor y los otros dos asumieron la identidad de dos fallecidos, lo que provocó una sanción de FIFA para la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Otra de las modalidades de falsificación de documentos o de firma, se puede dar de club a club. El año pasado, el ex presidente de The Strongest de Bolivia interpuso una demanda en contra de los supuestos autores de la falsificación de su firma en un presunto documento entre The Strongest y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, de Argentina, en el cual el club boliviano se habría comprometido a pagar a la entidad 350 mil dólares para que desistiera de una acción en contra suya ante la FIFA.
Sanciones
Cuando hablamos de sanciones deportivas, se pueden establecer desde la reducción de puntos y el pago de una indemnización hasta el descenso a la categoría directamente inferior, dependiendo de la magnitud de la falta.
Lamentablemente, la falsificación de documentos es una figura muy baja que utilizan los dirigentes que no saben gestionar honestamente sus instituciones y que seguramente no finalizará mientras sigan existiendo dirigentes deshonestos en el mundo. Las sanciones deberán ser cada vez más severas y la educación y apoyo a los deportistas deberá ser mayor para que se pueda contrarrestar esta fallida práctica.