Un grupo de violentos seguidores del Real Madrid se plantaron en el aeropuerto de Barajas con ganas de provocar a los aficionados del FC Barcelona que regresaban a Barcelona tras asistir al Atlético-Barça.
Al parecer el triunfo de los hombres de Luis Enrique no sentó muy bien a este grupo de indeseables, que lejos de aceptar que el Barça es campeón de Liga, se dedicaron a provocar y pegar a más de un aficionado culé, que no podían creer lo que estaba sucediendo