Neymar terminó desquiciando a los madrileños quienes perdieron la cabeza y terminaron humillados por el 11 azulgrana

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El Atlético de Madrid ya no sabe lo que es ganarle al Barcelona, no esta temporada y parecen querer seguir viviendo del recuerdo del curso pasado con el ‘Tata’ Martino. Aquellos viejos tiempos ya pasaron, ese título ganado en el Camp Nou en la jornada 38 se quedó en la última página del libro, hoy ya se escribe una nueva historia y en esta, los colchoneros no tienen nada que hacer ante el Barça y sobre todo ante Neymar.

El delantero brasileño se estrenó como goleador azulgrana precisamente ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de España, era su primera temporada y era uno de sus primeros partidos como blaugrana. Neymar anotó un gol en el Vicente Calderón que terminó por darle el trofeo al Barça en el partido de vuelta. Aquel gol parecía ser un presagio de lo que Neymar se convertiría en su segunda temporada: una tremenda pesadilla.

Los colchoneros no soportan a Neymar, se ensañaron con él y lo querían derribar a base de patadas, según justificación de Gabi “porque hace gestos cuando va ganando”. Malos perdedores es en lo que en realidad se traduce la actitud de los madrileños contra el brasileño, para así poder justificar su juego pasado de dureza, su desquicio, su humillación ante el Barcelona y sobre todo ante Neymar.

A Lionel Messi por momentos lo supieron controlar, pero no al brasileño y eso dolió. Simeone dijo en rueda de prensa que indició a sus jugadores durante el descanso que plantearan otro estilo de juego, uno en el que no arriesgaran aunque ya no marcaran un solo gol y parece que la orden fue perseguir a Neymar a tal grado que Luis Enrique tuvo que sentar a la estrella brasileña para salvar su integridad física, para no exponerlo a una lesión grave.

El Barcelona no solo le gana al Atlético de Madrid en esta temporada, otras víctimas caído en las botas de Neymar, pero parece que el Atleti es el único equipo que se ve desquiciado por el delantero sudamericano, no soportan verlo jugar y quizás menos soportarán verlo ganar un Balón de Oro, porque a este paso, Neymar algún día lo ganará.

En el entretiempo lo fueron a buscar

En el descanso,  dentro del túnel de vestuario se vivió un auténtico caos entre reproches, empujones, acusaciones e improperios. La víctima de la mayoría de ellos fue el blaugrana Neymar, que se convirtió en la presa de los jugadores atléticos.

Concretamente el capitán Gabi se fue exaltado hacia donde estaba Neymar para buscarla las cosquillas. Neymar intentó zafarse de la presión de Gabi pero entonces llegó Simeone para ponerle aún más madera al asunto.

El brasileño encajó todos los reproches con una sonrisa, algo que enervó aún más a los atléticos, que intentaron acorralar al crack blaugrana ante la mirada impasible de la seguridad del club rojiblanco. Por suerte, Gerard Piqué evitó que las cosa acabara como el rosario de la aurora, llevándose prácticamente en volandas al delantero al vestuario

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