El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este 16 de abril, que ordenó el cierre de la Embajada en Quito y de los consulados en Quito y Guayaquil y que el personal diplomático regrese de inmediato a su país, como respuesta al asalto de la Embajada Mexicana.
Así lo confirmó en la reunión virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde también reiteró su solidaridad con el gobierno del presidente mexicano Andrés López Obrador. La decisión de Maduro se da pese al casi medio millón de migrantes venezolanos que están en Ecuador. Y en medio de una contienda electoral donde la oposición venezolana ha sido impedida de participar en igualdad de condiciones.
Es así que detrás del rompimiento de relaciones con Ecuador está el impedimento para que los migrantes en el país puedan registrarse y participar en las próximas elecciones presidenciales, del 28 de julio. Maduro dio la orden al encargado de Negocios -jefe de la misión diplomática de Venezuela en Ecuador-, Pedro Sassone, que vuelva a la nación caribeña «hasta que se restituya el derecho internacional de manera expresa». La acción del presidente Daniel Noboa de «asaltar el territorio de México» y «apalear a su personal diplomático», así como de «capturar, amarrar, torturar al exvicepresidente Jorge Glas ha sido un acto de barbarie», expresó Maduro.
Debe ser restituido el (ex) vicepresidente Jorge Glas a la Embajada de México, reconocerle el asilo político, darle el beneplácito y viajar a recuperar su salud física de las torturas, en México», añadió. Después del rompimiento de relaciones decretado por México, solo Nicaragua y Venezuela se han sumado a la medida.
