El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no se da por vencido, y quiere unas disculpas públicas de Ecuador, antes de reanudar relaciones diplomáticas, luego de la irrupción de la policía ecuatoriana en la Embajada mexicana en Quito. Este 12 de abril, en su habitual conferencia matutina, López Obrador nuevamente se refirió a la ruptura de su gobierno con Ecuador y esta vez descartó que el asilo político entregado a Jorge Glas ‘resuelva’ la crisis entre ambas naciones.
“Acerca del asilo, eso lo tiene que resolver también el tribunal internacional (la Corte Internacional de Justicia), pero no es que nos envían, como lo estábamos solicitando, en calidad de asilado al vicepresidente y ya lo otro se olvidó, no», avisó el Mandatario mexicano. Es decir, aunque Glas sea liberado y regrese a una sede diplomática mexicana, como ha pedido la defensa del exvicepresidente, México no dará por terminado su conflicto con el gobierno de Daniel Noboa.
Según López Obrador, la verdadera pretensión de México es que «no haya repetición» de un allanamiento como el ocurrido el viernes pasado en Quito.
Las declaraciones de López Obrador se producen mientras un tribunal delibera esta viernes sobre la petición del ex vicepresidente Glas de que anule su detención practicada dentro de la Embajada mexicana.
Más allá del asilo, López Obrador insistió en que la prioridad de México es que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) resuelva la demanda, que presentó el jueves el Gobierno mexicano contra Ecuador, al pedir en que la ONU debe suspender al país del organismo. Aunque, el mandatario mexicano sí reconoció que el secretario de la ONU, Antonio Guterres, tiene razón en decir que una eventual expulsión de Ecuador depende de los países miembros.
Finalmente, López Obrador adelantó que participará el próximo 16 de abril en la cumbre virtual extraordinaria de mandatarios que convocó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para abordar la crisis.