“Declare lo que quiera, Presidente, pero nosotros jamás aceptaremos las acusaciones de que nuestros territorios están vinculados con el narcotráfico o al crimen organizado. Mucho menos lo que decía el expresidente Guillermo Lasso que las movilizaciones de nuestros pueblos son pagadas”, aseguró Leonidas Iza.
El presidente de la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas (Conaie) hizo estas declaraciones la tarde del 26 de marzo durante un plantón en los bajos de la embajada de Canadá, al norte de Quito.
Durante la manifestación, los protestantes que apoyan a los «comuneros reprimidos de Palo Quemado y Las Pampas», cerraron la av. Amazonas en sentido norte-sur. Tras eso, un fuerte contingente policial se acercó para dispersarlos, provocando empujones entre la fuerza pública y las mujeres que gritaban «Noboa, minero el agua y la vida son primero».
Colectivos sociales y populares, feministas y ambientalistas hicieron un llamado a las autoridades a respetar la voluntad del pueblo de Cotopaxi, que según indican «se niega a la minería en sus territorios». Aseguraron, además, que esto no lo hacen solo por ellos, sino por todas las grandes ciudades que comen y se alimentan del campo.
«Las montañas no están para saciar el hambre de las transnacionales y sus cómplices o aliados, sino para el hambre y la vida del Ecuador», manifestaron. Los asistentes se encontraban bastante indignados porque reclaman que un compañero está gravemente herido debido a la represión de la fuerza pública.