La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff lloró en la entrega del informe final de la Comisión Nacional de la Verdad, en el que se identifica a los responsables de crímenes de lesa humanidad y los abusos cometidos durante las dictaduras que aquejaron a ese país desde 1946 al año 1988.
Como se sabe Rousseff fue una guerrillera que sufrió torturas y persecución por las dictaduras militares.
La jefa de Estado negó que el conocimiento de la verdad sobre los hechos signifique venganza o un ajuste de cuentas. La Comisión investigó violaciones a los derechos humanos cometidas por los agentes del Estado entre 1946 y 1988, aunque el informe solo abarca la dictadura militar de 1964 a 1985.
En su discurso lloró por varios minutos y tuvo que interrumpirlo.
Dilma Rousseff hizo referencia también a la Ley de Amnistía de 1979 que liberó a los agentes de la dictadura de su castigo.
En su discurso también rindió homenaje a los muertos y desaparecidos, además, agradeció tanto a sus familias cuanto a los sobrevivientes.
La presidenta brasileña espera que la difusión del informe contribuya a que las violaciones de los derechos humanos que se hicieron en el pasado no se repitan.