La asambleísta Viviana Bonilla, desde la clandestinidad, ha posteado que el proceso conocido como Sobornos es un atropello a las garantías procesales, una farsa jurídica, entramado concertado por las máximas autoridades del Estado en contra de adversarios políticos.
Ella envía un mensaje a sus simpatizantes y familia dice lo siguiente:
«La verdad brillará e irradiará justicia. Nada podrá suplir el dolor de separarme de mi esposo y de mis pequeños hijos, pero lejos de quebrarme me fortalece el amor hacia ellos. Volverá el día en que nos encontremos, en que venceremos a la mentira y al odio».