En medio de insultos de algunos hinchas retornó el 13 de enero del 2016 a Chile el todavía técnico de la selección Jorge Sampaoli, quien mantiene una conflictiva relación con la dirigencia del fútbol local que podría derivar en su abandono definitivo del cargo. «Renuncia», le gritaron algunos fanáticos cuando el estratega argentino salía del aeropuerto de Santiago de Chile en un vehículo, que también recibió escupitajos. Sampaoli, que hace unos días dijo que ya no quería «vivir ni trabajar en Chile», retornó desde Suiza, donde el lunes quedó tercero en la disputa por el premio al mejor entrenador del mundo en la gala anual de la FIFA en Zúrich, trofeo que ganó Luis Enrique del Barcelona. Tras el arribo a Santiago, se espera que el técnico mantenga una reunión con los nuevos directivos de la Asociación de Fútbol Chile (ANFP), que tiene como presidente a Arturo Salah. Luego de la reunión, Sampaoli podría sellar su alejamiento defintivo como entrenador de la «Roja», cargo que asumió en 2012. El desencuentro de Sampaoli con los dirigentes chilenos comenzó hace algunas semanas, cuando se filtraron detalles de su millonario contrato y el pago de unos premios en unas cuentas abiertas en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes, revelaciones que atribuyó a anteriores dirigentes de la ANFP. Hasta ahora, los directivos le exigen cumplir con su contrato, que expira en 2018, o pagar una cláusula de salida estimada en poco más de seis millones de dólares, cifra que Sampaoli se resiste a pagar, según medios locales. De concretarse su partida, la flamante directiva de la ANFP tendrá que preocuparse rápidamente de su sucesor, pues en marzo se reanudan los partidos clasificatorios rumbo al Mundial de Rusia 2018, en los que Chile se medirá en casa ante Argentina y de visita frente a Venezuela.