Desde hoy inician los controles a escala nacional de botellas de licor importado (ron, whisky, tequila y vodka), las cuales deberán llevar la Etiqueta Fiscal (EF) del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae). Así se verificará si el producto ingresó legalmente al país, al tiempo que se ataca el contrabando de este tipo de mercadería.
Dicha etiqueta cuenta con un código QR que puede ser descifrado a través de una aplicación para teléfonos inteligentes creada por el Senae y que se denomina ‘Verifícame’, que permite comprobar si la bebida es falsificada o adulterada; además el usuario registrará cualquier anomalía. El programa es gratuito para la ciudadanía.
Esteban Servigón, director distrital de la Aduana en Quito, explicó que al examinar una botella de licor la aplicación emite un código con un color específico que muestra la legalidad del producto.
“Si el código es verde significa que esa botella ha sido legalmente importada. Si el código es rojo, quiere decir que ese licor no ingresó legalmente al país y que posiblemente significa un riesgo para la salud”, recalcó.
Días atrás el Senae realizó un operativo preventivo en 8 establecimientos de expendio de licor ubicados en la zona rosa de Quito. Durante esta acción se aprehendió alrededor de 120 botellas (whisky, vodka, tequila, ron, entre otros) que no cumplían con las formalidades aduaneras.
Diego Simba, propietario de una licorería ubicada en el sur de la capital, aplaude la medida emprendida por el Senae ya que esto garantiza al consumidor la calidad del producto que adquiere.
“Hay mucha gente que solo se fija en los precios, pero lo importante está en que la bebida que ingiere sea buena y no provoque daños a su salud. Si la etiqueta ayuda a controlar esto, pues bienvenida sea”, manifestó el comerciante.
A partir de hoy, todo licor deberá contar con la respectiva etiqueta, de lo contrario no podrá comercializarse y el vendedor será aprehendido por la autoridad. Los controles se realizarán con la Policía Nacional.
Consuelo Mena, dueña de un establecimiento de expendio de licor, espera que durante las revisiones se clausuren los puntos de venta de licor de contrabando y se castigue también a los responsables.
Sugiere, además, que se amplíe el plazo para colocar la etiqueta, ya que, en su caso, cerca del 30% de la mercadería que vende aún no cuenta con este requisito.
“Entiendo que es una medida que nos beneficia, pero me preocupa ser sancionada porque aún faltan botellas por etiquetar”, comentó.
Previo al inicio de los operativos de control, la Aduana dio a los comerciantes un período de 6 meses (180 días) para agotar el stock de productos sin la Etiqueta Fiscal y, a la vez, colocar la misma en los nuevos lotes. Ayer venció el plazo otorgado por el Senae. Hasta septiembre se recibieron alrededor de 506.000 solicitudes de etiquetas.
La entidad estatal plantea un nuevo mecanismo para la vigilancia de la mercadería mediante el uso de la aplicación móvil, a lo que catalogan como “operativos inteligentes”.
Se trata de darle un giro a la forma como se realizan las acciones de vigilancia.
Esteban Servigón explica que “antes se colocaba una patrulla en la frontera, se hacía un control aleatorio o se iba a un determinado restaurante o bar”.
La nueva lógica, detalla el funcionario, consiste en que ahora cualquier ciudadano que tenga el programa en su teléfono inteligente pueda enviar datos a través del GPS (Sistema de Posicionamiento Global, por sus siglas en inglés) y con esa información organizar operativos efectivos.
En el 2014 se realizaron aprehensiones de licor por un total de $ 1’393.056. Entre enero y agosto de 2015 se registran $ 972.414.
De enero a septiembre de 2014 el ingreso de licores importados sumó $ 2’660.000 (whisky $ 1’640.000, ron $ 770 mil, tequila $ 16 mil, vodka $ 8 mil).
En el mismo período de este año la importación de licor alcanza $ 1’118.000 (whisky $ 76 mil, ron $ 26 mil, tequila $ 11 mil, y vodka $ 5 mil).
De acuerdo a la OMS, Ecuador es el noveno país en América Latina con mayor consumo de alcohol per cápita. Otros datos del informe Euromonitor indican que una de cada 3 botellas vendidas localmente proviene del mercado ilegal.
