Los jefes de Estado de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, respectivamente, se comprometieron a “construir un acuerdo que solucione los problemas de la frontera común, orientada a la fraterna convivencia, la buena vecindad, el mutuo respeto y el desarrollo económico y social”, según la declaración dada a conocer tras la reunión en el Palacio de Carondelet, en Quito.
La cita se realizó con la facilitación de los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, quienes ejercen las presidencias pro témpore de la Celac y la Unasur, dos de los mayores bloques regionales.
Los mandatarios venezolano y colombiano “reafirmaron los lazos históricos, la vecindad geográfica y un origen común; reconocen igualmente la importancia de ratificar el derecho de cada país a desarrollar su propio modelo político, jurídico, económico y social, así como a organizarse en la forma que más le convenga, sin injerencias externas”, subraya la declaración.
Además, coincidieron en la importancia de continuar fortaleciendo el diálogo bilateral entre ambos países, para garantizar el cumplimiento de estos propósitos, en el marco del respeto al derecho internacional.
Estos son los siete puntos acordados durante esta cita:
1.- El retorno inmediato de los respectivos embajadores.
2.- Realizar una investigación de la situación de la frontera.
3.- Reunir a los equipos de ministros inmediatamente para empezar a tratar los temas sensibles de la frontera. La reunión será el miércoles 23 de octubre, en Caracas.
4.- La progresiva normalización de la frontera.
5.- La coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país.
6.- Hacer un llamado al espíritu de hermandad y la unidad, propiciando un clima de mutuo respeto y convivencia.
7.- Seguir trabajando con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay.
Tras la lectura de la declaración, el presidente Maduro sostuvo que este día “triunfó la sensatez, el diálogo y lo que debe triunfar siempre: la paz, la paz entre nuestros países”.
De su lado, Santos saludó el regreso de los embajadores a Bogotá y Caracas, tras ser llamados a consultas el 27 de agosto. “Aquí primó, como dice el presidente Maduro, la sensatez. Esta fue una discusión, un diálogo sereno, respetuoso y productivo y me complace muchísimo poder restablecer este diálogo con Venezuela porque lo hemos dicho tantas veces: cuando dos mandatarios tienen diferencias quienes sufren son los pueblos. Sin embargo somos países hermanos. Por parte de Colombia hay por Venezuela cariño, admiración”, destacó.
Lucha contra el crimen organizado
El encuentro, que inició a las 14:00, terminó con un apretón de manos entre los presidentes de Ecuador, Venezuela, Colombia y Uruguay. Eran las 18:50 cuando terminaron de hablar y luego explicaron los 7 acuerdos en los que trabajarán para avanzar el diálogo.
Sin embargo, ¿qué otro tema se abordará para mejorar la situación en la frontera colombo-venezolana? Juan Manuel Santos señaló que se reforzará el trabajo para combatir al crimen organizado y el narcotráfico.
“Nos une la lucha contra las bandas criminales”, manifestó el Jefe de Estado colombiano, mientras que su similar venezolano dijo que “espero que con el cronograma que hemos establecido podamos atender uno por uno los problemas, y con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay podamos seguir despejando todos los asuntos para beneficio de nuestros países”.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo que, en nombre de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), hay satisfacción por los acuerdos logrados.
De su lado, el presidente Correa indicó que sentía gratitud porque sus homólogos de Colombia y Venezuela “superando cualquier legítima privación, condicionamiento que habían propuesto para una reunión bilateral, ante la invitación de Unasur y Celac (…), accedieron casi inmediatamente a reunirse en Quito”.
Un mes de tensión en la frontera
A su llegada al Palacio de Gobierno, Maduro fue recibido por los alumnos del Centro Experimental de Educación Intercultural Bilingüe de Quito (Cedeib). Los niños portaban banderas del país caribeño y le dieron la bienvenida. Cerca de 20 minutos después llegó Santos. A él lo recibieron los estudiantes de la escuela República de Colombia, a quienes saludó rápidamente; luego subió al segundo piso del Palacio de Gobierno para la reunión con el Jefe de Estado de Venezuela.
Con un largo historial de incidentes en la frontera común de 2.219 km, Colombia y Venezuela viven desde hace un mes en un ambiente de acusaciones y tensiones. El 19 de agosto Maduro decretó el estado de excepción en varios puntos fronterizos y ordenó su cierre, tras un ataque a una patrulla venezolana que dejó 3 heridos.
El Jefe de Estado culpó de la acción a paramilitares colombianos implicados en el narcotráfico y emprendió una cruzada para sanear la frontera del millonario contrabando de mercancías, principalmente de gasolina.
Desde entonces han sido deportados 1.532 colombianos y 18.377 han regresado a su país por miedo a la expulsión, según cifras de la ONU. Por ello Colombia ha denunciado “un drama humanitario”, agravado según Bogotá por violaciones a los derechos humanos, por parte de autoridades venezolanas. (I)
Datos
El pasado fin de semana, el Gobierno venezolano inició el registro de colombianos en 7 estados del país y en su capital, para la conformación del ‘Movimiento Bolivariano por la Paz’.
De acuerdo con los primeros resultados, en Táchira se inscribieron 58.800 colombianos, quienes legalmente se encuentran en diferentes condiciones.
La información fue confirmada por el activista de los derechos humanos de migrantes en Venezuela, Juan Carlos Tanus, quien explicó que de la población registrada, el 42% está naturalizada, mientras que el 10% es residente.
El 45% está en condición irregular y el 2% está en condición de apátrida, es decir no pertenecen a ningún país desde el punto de vista legal porque nunca fueron registrados
