Una mancha de petróleo se desplaza por el río Caunapí, en el suroeste de Colombia, y amenaza con contaminar el océano Pacífico. La tragedia ambiental sucedió luego de que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dinamitaran el oleoducto Trasandino, cerca de Tumaco (Nariño), y provocaran el derrame de unos 4.000 barriles de crudo.
El ataque contra el Oleoducto Trasandino, ocurrido el lunes anterior, provocó un derrame que inicialmente contaminó solo el río Caunapí, después el Rosario, pero ahora se desplaza una mancha de 20 kilómetros de crudo que llegará hasta la bahía de Tumaco, sobre la Costa Pacífica, pese a los esfuerzos de la empresa Ecopetrol por contenerla.
«Esto implica una tragedia social y ambiental», dijo el presidente de la petrolera Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, en una conferencia de prensa. El Trasandino tiene 305 kilómetros de longitud y transporta a diario hasta 85.000 barriles diarios.
El funcionario reveló que la contaminación que ocasionó el ataque dejó sin agua a 4.000 personas y provocó graves daños a la flora y la fauna, incluido el riesgo para el hábitat del olinguito, un mamífero carnívoro descubierto recientemente.
Las FARC, que mantienen una negociación de paz desde hace más de 30 meses en Cuba con el Gobierno, intensificaron sus ataques contra la infraestructura petrolera y los militares en las últimas dos semanas tras romper un cese unilateral al fuego en represalia por un bombardeo en el que murieron 27 rebeldes.
El sector petrolero ha sufrido 16 ataques desde que la insurgencia rompió el cese al fuego. Otro de esos ataques se registró el lunes en una carretera del selvático departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador, donde rebeldes de las FARC interceptaron una caravana de camiones cisterna y obligaron a los conductores a derramar 4.700 barriles de crudo que transportaban