El acercamiento entre Moscú y Pekín es una reacción a la política de Occidente respecto a Rusia. Si EE.UU. y Europa no cambian su política hostil, China podría enfrentar EE.UU. muy pronto, publica el portal The Conversation.
«EE.UU. ha estado tan ocupado intentando imponer nuevas sanciones contra Rusia y reflexionando en suministrar armas a Ucrania, que no ha pensado en su influencia política en las relaciones de Rusia y China«, expone un artículo del portalThe Conversation.
Según datos del Fondo Monetario Internacional, la economía de China supera a la de EE.UU., si se toma en cuenta la paridad del poder adquisitivo, informa el medio. Pekín está desarrollando sus capacidades militares, quiere convertirse en la fuerza dominante en la región y Rusia le está ayudando. Los autores explican la lógica del acercamiento entre los países: China necesita recursos y Rusia los tiene. Rusia necesita mercados e inversión extranjera y China está dispuesta a ofrecerlos.
The Conversation considera que si Occidente no cambia su política hostil respecto a Rusia, China muy pronto será capaz de enfrentar EE.UU., lo que refleja que Washington ha cometido un error geopolítico, provocando el acercamiento de los países.