La autorización solicitada al Congreso por Obama para usar la fuerza militar contra el Estado Islámico daría manos libres al presidente para llevar la guerra a cualquier parte del mundo, asegura el excongresista republicano Ron Paul.
El mandatario estadounidense ha enviado al Congreso un proyecto para solicitar autorización para el uso de la fuerza militar contra el Estado Islámico. «El Congreso no ha emitido una resolución similar desde 2002, cuando le concedió al presidente Bush la autoridad para iniciar la guerra contra Irak», recuerda Paul en un artículo publicado en el sitio web de la organización Ron Paul Institute.
Por extraño que parezca, «el propósito de esta resolución es dar autoridad oficial al presidente para hacer las cosas que él ya ha estado haciendo durante los últimos seis años», opina el excandidato a la presidencia estadounidense.
A su juicio, lo más importante es que esta aprobación «parecerá que sanciona moralmente las guerras que ya han estado en marcha durante años».
«Es interesante que en realidad se amplíe la capacidad del presidente para librar guerras a pesar de que él mismo asegura públicamente que le gustaría ponerles fin. La nueva autorización no impone de forma explícita límites geográficos al uso de las tropas en cualquier parte del mundo y amplía la definición del Estado Islámico a todas las ‘fuerzas asociadas’ a este», explicó Paul.
«Hemos luchado en Oriente Medio durante 25 años. No ha habido victorias ni ‘misiones cumplidas’. Hemos tenido muchas muertes innecesarias y hemos gastado muchos dólares, pero esto nunca nos ha hecho reevaluar nuestras políticas de intervencionismo extranjero», lamentó Paul.
De acuerdo con el expolítico, «dar más autoridad [al presidente] para librar la guerra en Oriente Medio es un grave error«, y en vez de ello, deberían «anular la autoridad concedida en 2001 y 2002».
«La única manera de convencer al Congreso de dar marcha atrás con nuestro peligroso intervencionismo, ya sea en Oriente Medio o en Ucrania, es que el pueblo estadounidense se pronuncie claramente oponiéndose», señaló Paul.
Asimismo, destacó que «no hay duda de que el Estado Islámico representa un problema monstruoso, un problema que debe ser tratado por millones de árabes y musulmanes en la región».
«Esta no es una responsabilidad de los soldados estadounidenses o los contribuyentes estadounidenses«, concluyó el excongresista republicano.
