Washington.- Durante décadas, la llamada ley “pie seco, pie mojado” ha privilegiado a decenas de miles de cubanos que huyen de la isla y tocan suelo estadounidense pero, a raíz del deshielo entre EEUU y Cuba, algunos legisladores apoyan modificarla.
La medida, incluida en 1995 en la Ley de Ajuste Cubano, permite que los cubanos que hacen el peligroso viaje por mar en raquíticas balsas, obtengan la residencia permanente un año y un día después de pisar territorio estadounidense, y posteriormente solicitarla para su familia.
Los que son interceptados por la Guardia Costera suelen ser regresados a su país.
Durante una audiencia en la Cámara de Representantes, la subsecretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, aseguró este miércoles a los legisladores que la Administración Obama “no tiene planes” de pedir un cambio en la ley.
El Departamento de Estado indicó que Jacobson liderará la siguiente ronda de negociaciones migratorias entre EEUU y Cuba, previstas en Washington en las próximas semanas. El gobierno cubano tiene una lista de demandas a EEUU que incluye la eliminación de la ley en cuestión.
Republicanos opinan que ya no es necesaria
Ahora, irónicamente, algunos legisladores republicanos que se oponen a normalizar las relaciones con Cuba, parecen apoyar modificaciones a la legislación al considerar que, con las medidas de apertura hacia la isla, lo lógico es que se cambie la ley, porque ya no se justificaría el privilegio dado a los cubanos.
“¿Cómo le vamos a decir a un haitiano que viene a las costas de la Florida que será devuelto? Solamente un grupo (de migrantes) en todo el mundo tiene ese privilegio (de residencia permanente), los cubanos“, dijo la legisladora republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen.
“No voy a presentar alguna resolución, pero conozco a mis colegas y están conscientes de que las dos cosas no pueden seguir: no pueden decir ´soy perseguido políticamente´ y a la misma vez pedir este privilegio”, enfatizó.
Para Ros-Lehtinen, la Administración Obama muestra una actitud “patética” y “no tiene credibilidad alguna” en relaciones exteriores, y el caso de Cuba es un ejemplo.
Salvo algunas excepciones, la mayoría de migrantes indocumentados de sitios como Haití, México y Centroamérica son deportados a sus países de origen, lo que provoca críticas en la comunidad inmigrante.
El legislador republicano, Carlos Curbelo, también de Florida, apoya que se modifique la ley, de tal forma que sólo proteja a los cubanos que escapan de la isla por razones políticas.
Según observadores, con o sin la intervención inmediata del Congreso, en algún momento EEUU y Cuba tendrán que modificar su política migratoria, como parte de un proceso que, en todo caso, no ocurrirá de la noche a la mañana.
Bajo la ley “pie seco, pie mojado”, los cubanos consiguen la residencia permanente – algunos llegan a EEUU desde México y otros países- y muchos luego regresan a Cuba, precisamente porque la ley se los permite.
Pero crece el consenso de que la mayoría viaja a EEUU más en busca de oportunidades económicas que por escapar de la represión del régimen.
El senador republicano por Florida, Marco Rubio, de origen cubano, ha dicho en el pasado que quienes llegan a EEUU presuntamente por persecución política y después viajan con tanta frecuencia a Cuba, debilitan el argumento sobre la represión en la isla.
Mientras tanto, la Guardia Costera mantiene una campaña mediática para aplacar rumores de que habrá un cambio en la ley “pie seco, pie mojado”, lo que provocó un aumento en el número de cubanos que emprendieron viaje a EEUU en diciembre pasado.