Todo listo en EEUU para darle la bienvenida al ron cubano
Los aficionados al ron en Estados Unidos se han mostrado entusiasmados por la idea de poder tomarse un Cuba Libre con verdadero ron cubano, ahora que podrán traer consigo el licor destilado en la isla.
Las nuevas normas sobre lo que se le permitirá a los estadounidenses traer cuando viajen a Cuba implican que se podrá beber aunque sea un poco de ron cubano en Estados Unidos. Sin embargo, mientras el embargo siga en pie, no habrá abundancia de ese ron en el mercado norteamericano.
Y no queda claro cuál será el futuro del titán Bacardi, que se vio obligado a abandonar Cuba una vez que Fidel Castro tomó el poder en 1959. En el pasado, Bacardi no descartaba la posibilidad de regresar a la isla, pero representantes de la empresa, al ser interrogados el jueves, se negaron a dar detalles de sus planes en caso de que se levante el embargo.
“Esperamos que mejore la calidad de vida de los cubanos y estamos observando con gran interés los cambios que están ocurriendo”, dijo la empresa en un comunicado. Bacardi dijo que esperará a ver qué efectos tendrá la mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
En 1997, Bacardi adquirió los derechos para usar la receta y el nombre de Havana Club, un ron popular creado en 1935 por una familia cubana que tuvo que huir de Cuba tras la revolución castrista. Bacardi usó la marca y los ingredientes para un ron que destiló en Puerto Rico.
Sin embargo, la empresa se vio enfrascada en un dilatado pleito con Pernod Ricard, la compañía francesa de vinos y licores.
Pernod Ricard, junto con la estatal Cubaexport, ya estaba vendiendo en otros países un ron marca Havana Club, destilado en Cuba.
A eso siguieron casi 20 años de procesos legales. Al final, un tribunal falló que Bacardi podrá continuar vendiendo su marca Havana Club en Estados Unidos. En 2012, la Corte Suprema de estados Unidos se negó a revocar esa decisión, con lo que el Havana Club de Bacardi finalmente se pudo vender en territorio estadounidense.
A fin de distinguir su ron — y anticipando un levantamiento del embargo — Pernod Ricard anunció que había registrado la marca Havanista en Estados Unidos para poder algún día vender allí su licor destilado en Cuba.
Hoy en día, el Havana Club de Bacardi, que se sigue destilando en Puerto Rico, se puede conseguir, aunque con dificultad, en algunos mercados en Florida, Georgia, Massachusetts, Michigan y Colorado.
Bacardi, cuya sede global está en Bermuda, vende más de 18 millones de cajas de ron en el mundo entero anualmente. Las pocas botellas que podrán traerse desde Cuba por turistas no serán gran competencia. Aun así la nueva política es una noticia alentadora para los destiladores cubanos, dijo Robert A. Burr, fundador del Miami Rum Renaissance Festival.
“No es que tengamos luz verde todavía, pero es una luz al final del túnel, el comienzo del fin de esta invisibilidad” en el mercado estadounidense, dijo Burr.
Los estadounidenses que puedan ir a Cuba podrán traer de vuelta mercancías por un máximo de 400 dólares, de los cuales un máximo de 100 dólares podrán ser en licor y tabaco. Al igual que las nuevas normas en otras áreas como comercio, viaje y divisas, las normas sobre el comercio del ron quedarán claras sólo cuando sean publicadas, lo que podría tardar semanas.
Y las leyes estadounidenses aún prohíben a los ciudadanos usar compras de ron, cigarros u otros licores en otros países para exceder su cuota.
El mercado del ron está creciendo en Estados Unidos. Las importaciones han aumentado de 72,5 millones de dólares en 2009 a 98,4 millones de dólares en 2013, según la Asociación de Licores de Estados Unidos. Las ventas disminuyeron levemente el año pasado a 25,6 millones de cajas, y más de la mitad eran rones de sabores.
Aparte de su atracción como artículo prohibido, el ron cubano es conocido por su apariencia más clara y sabor más delicado comparado con el ron más oscuro y denso característico de otros destinos en el Caribe, dijo Burr.
El ron es una exportación popular — pareciera que cada país del Caribe, Centro y Sudamérica tiene su propio ron — y los bebedores tienden a ser fieles a su marca, aun cuando están lejos de casa.
“En Miami, el consumo del ron se basa en parte en preferencias étnicas. Los colombianos beben ron colombiano y los venezolanos beben ron venezolano”, dijo Burr. “Pues, claro que aquí hay muchos cubanos. Algunos dirán que beber ron cubano es regalarle dinero a los Castro, pero otros dirán ‘al fin puedo beber un verdadero ron cubano”’.
En 2012, Facundo Bacardi, presidente de la junta directiva de Bacardi Ltd., dijo a la revista Cigar Aficionado que “eso de ofrecer al mundo ron Bacardi hecho en Cuba, es algo que va a ocurrir”.
“Muchas empresas ven a Cuba como una oportunidad comercial, pero para nosotros eso no es necesariamente así”, dijo Bacardi. “Para nosotros, la perspectiva es de exiliados cubanos regresando a su patria”.
Gran interés de agricultura de EEUU por comercio con Cuba
El sector agrícola de Estados Unidos tiene gran interés en un comercio más libre con Cuba. De trigo al arroz o a los frijoles, la industria se presenta como uno de los mayores beneficiarios del plan del presidente Barack Obama para aliviar las restricciones económicas y de viaje impuestas contra el gobierno comunista de la isla.
Las exportaciones agrícolas han sido una de las pocas excepciones al embargo estadounidense en vigor desde hace medio siglo, aunque han estado sometidas a normas engorrosas – como pagos en efectivo por adelantado antes de enviar los productos, y que los pagos se gestionen a través de bancos de otros países que cobran elevadas tarifas por sus servicios.
Como consecuencia, los países de América Latina y Asia con menos restricciones y una financiación más fácil han ganado cuota de mercado en los últimos años.
La eliminación de estas barreras comerciales hará que los productos agrícolas estadounidenses sean “mucho más competitivos en precio” en Cuba, dijo el miércoles el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, luego de que el gobierno de Obama anunciase sus planes para restaurar las relaciones diplomáticas y tratar de persuadir al Congreso para levantar el embargo.
Los principales grupos agrícolas de Estados Unidos, incluyendo la American Farm Bureau Federation y la Unión Nacional de Agricultores, así como los negocios del sector líderes como Cargill Inc., han defendido durante mucho tiempo unas relaciones comerciales normalizadas con Cuba, un mercado de 11 millones de consumidores a unos 145 kilómetros (90 millas) de las costas estadounidenses.
Las ventas de productos agrícolas estadounidenses a Cuba alcanzaron un máximo de más de 710 millones dólares en 2008, antes de la recesión, pero cayeron a 350 millones de dólares en 2013, según el Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba. Pollo congelado, soja y productos derivados de ella y maíz son los principales productos de Cuba compra ahora en el país.
Es difícil cuantificar cuánto podrían suponer estos cambios para el comercio agrícola entre ambas naciones, dijo C. Parr Rosson III, jefe del departamento de economía agrícola en la Universidad Texas A & M. Pero predijo que podría aumentar a 400 o 450 millones de dólares en un par de años.
“Eso es sólo una estimación rápida por mi parte (…) pero el mercado puede hacer esos cambios con mucha facilidad”, dijo.
Cuba sigue siendo un país pobre y relativamente pequeño, dijo Rosson. Su economía cambia en función de las remesas que envían al país los cubanos que viven en el extranjero, del turismo y de las exportaciones de níquel, dijo. Pero la apertura en las normas que rigen esos envíos y el turismo deberían proporcionar un impulso a corto plazo en la demanda, añadió, y con el tiempo unas normas bancarias más fáciles podrían marcar también la diferencia. El impulso sería aún mayor si el Congreso llegase a levantar el embargo, apuntó.
Los productores de trigo en el Medio Oeste esperan nuevas oportunidades de exportación dado que Cuba compra ahora casi todo su trigo a Canadá y Europa. Cuba no compra trigo estadunidense desde 2011, pero podría importar al menos 500.000 toneladas métricas anualmente, según la Asociación Nacional de Productores de Trigo.
“Si Cuba reanuda la compra de trigo de Estados Unidos, creemos que nuestra participación en el mercado no podría crecer desde su actual nivel de cero a alrededor del 80 o 90%, como en otras naciones del Caribe”, dijo en un comunicado Alan Tracy, presidente de US Wheat Associates.
Frijoles secos, guisantes secos, lentejas y patatas son también parte importante de la dieta de los cubanos. Esto crea más oportunidades para agricultores de estados más fríos como Dakota del Norte, a pesar de que tendrán que competir con los frijoles chinos, que son más baratos, dijo Bill Thoreson, presidente del Dry Bean Council.
“Si tenemos relaciones comerciales normalizadas con ellos y somos capaces de eliminar algunas de las regulaciones bancarias, creo que hay verdadero potencial para hacer negocios con Cuba”, dijo Thoreson.
Los productores de arroz en estados sureños y en California esperan reanudar las exportaciones primera vez desde 2008, según la Federación de EE.UU. arroz.
“Es un enorme mercado de arroz”, dijo Dwight Roberts, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Arroz de Estados Unidos. Añadió que cree que las importaciones de este producto podrían alcanzar algún día los niveles registrados antes de la revolución.
Industria de viajes de EEUU apunta a Cuba
Cuba fue una vez un paraíso para los turistas estadounidenses. Hermosas playas, animados casinos y clubes nocturnos la hacían el lugar perfecto para escapar, apenas a una hora de Miami.
Pero la revolución encabezada por Fidel Castro y el subsiguiente embargo de la Guerra Fría a la isla comunista pusieron fin a todo eso.
El anuncio el miércoles por el presidente Barack Obama de planes de reestablecer relaciones diplomáticas con la isla caribeña no significa que el país va estar abierto repentinamente al turismo estadounidense. Pero sí da a aerolíneas, cadenas hoteleras y compañías de cruceros esperanzas de que pronto podrán llevar turistas a Cuba.
“Cuba es el mayor país en el Caribe, así que hay algunas posibilidades alentadoras”, dijo Roger Frizzell, portavoz de Carnival Corp. “El país tiene ya cierta infraestructura para cruceros, junto con varios puertos, así que ofrece un gran potencial, pero hay otros asuntos que tienen que estudiarse si se abre ese mercado”.
Altos funcionarios del gobierno de Obama dijeron que los viajes a Cuba para actividades turísticas seguirán prohibidos.
Un puñado de compañías internacionales ya operan en Cuba. Por ejemplo, la cadena hotelera española Meliá tiene 26 propiedades en el país.
Durante años, aerolíneas estadunidenses han estado probando calladamente las aguas de la isla.
Aunque la mayoría de los estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba y gastar dinero allí, familiares cercanos de cubanos, académicos y personas con programas culturales acreditados pueden visitar la isla. Y existe un pequeño pero sólido negocio de transporte de personas a Cuba.
La mayoría de los operadores son pequeñas agencias de viaje en el área de Miami con nombres como Alina’s Travel Co. y Gina’s Travel Services. Esos agentes fletan aviones de compañías como American Airlines para transportar a los grupos.
Unos 170.000 viajeros autorizados hicieron la travesía el año pasado, según el Departamento de Comercio.
“Una vez que la gente echa un vistazo a Cuba, siempre quiere ver más”, dijo Katharine Bonner, ejecutiva de la operadora turística Tauck, de Connecticut, que opera visitas a la isla con una licencia de intercambio cultural. “Los estadounidenses son muy curiosos sobre un país que está a 90 millas (150 kilómetros) de nuestra costa pero que ha estado fuera de nuestro alcance tanto tiempo”.
Ese aislamiento, en parte, lo que resulta tan atractivo. No hay McDonald’s, no hay Starbucks. Bonner dijo que una vez que los viajes se abran, habrá curiosidad por ver a Cuba antes de que se “americanice”.
“Es casi como un país que se ha quedado congelado en el tiempo”, dijo.
Las aerolíneas estadounidenses han estado midiendo las aguas en Cuba durante años.
American Airlines domina muchas de las rutas a Latinoamérica desde su base en Miami. Mantiene vuelos fletados a Cuba desde hace 15 años, dijo Martha Pantin. La compañía opera ahora de 12 a 14 vuelos semanales desde Miami a La Habana, Holguín, Santa Clara y Cienfuegos, y desde Tampa hasta La Habana y Holguín.
JetBlue Airways comenzó vuelos fletados a la isla en septiembre del 2011 hacia La Habana y Santa Clara.
“Lo estamos haciendo porque queremos prepararnos y entender cómo se opera en ese país. Qué sucede con las piezas, cuarentenas, tripulaciones”, dijo el director ejecutivo de JetBlue David Barger en conversación el año pasado con The Associated Press. “Simplemente tratamos de entender qué sucede; si de hecho ocurre una normalización”.
Delta Air Lines, que operó más de 240 vuelo fletados entre octubre de 2011 y diciembre de 2012, dijo que no tiene planes inmediatos para establecer rutas hacia Cuba. Pero el portavoz Anthony Black señaló que al haber prestado servicio con operaciones fletadas, se ha preparado terreno para atender posiblemente el mercado si surge una oportunidad”.
El único cambio inmediato para los viajeros con licencia será que podrán regresar a Estados Unidos con 400 dólares en bienes cubanos, incluidos tabaco y alcohol. Cantidades limitadas de habanos podrían ser el nuevo souvenir de moda.
El director ejecutivo del portal de viajes Orbitz dijo el miércoles que espera que la decisión abra el camino para viajes entre Cuba y estados Unidos para ciudadanos de los dos países.
“Esperamos que llegue el día — con suerte muy pronto — cuando todos los estadounidenses tengan la oportunidad de viajar a Cuba”, dijo Barney Harford en un comunicado. “Hay numerosos beneficios económicos, sociales y culturales que surgirán del acceso libre y abierto, y nuestros clientes están ansiosos por visitar Cuba”