En avión y en medio de un operativo de vigilancia que incluyó elementos de la Policía, de las Fuerzas Armadas y del Grupo de Seguridad Penitenciaria es como se dio el traslado del exasambleísta del Partido Social Cristiano (PSC) Pablo Muentes desde el Centro de Privación de la Libertad (CPL) de Cotopaxi, en Latacunga, a la cárcel de máxima seguridad La Roca, ubicada en Guayaquil (Guayas). Inicialmente fue trasladado vía terrestre al aeropuerto internacional Cotopaxi y desde ahí fue llevado vía área hasta el CPL de Manabí donde permaneció el resto de la tarde y noche del sábado. De esa cárcel ya en la madrugada de este domingo, el exlegislador, nuevamente vía área fue llevado a La Roca.
Muentes fue detenido el pasado 5 de marzo y se encontraba con prisión preventiva en la cárcel 4 de Quito. Es investigado por presuntamente controlar la justicia en la provincia del Guayas para beneficiarse personalmente.
El exlegislador ganó un recurso de hábeas data con el que fue sentenciado el Banco del Pacifico a pagarle cuatro millones de dólares, para lo que habría manipulado a jueces.
Un día antes, el sábado 30 de marzo, también fue trasladado desde Quito a la cárcel La Roca el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, procesado en el caso Metástasis.
Terán fue llevado en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana conjuntamente con Carlos Angulo Lara, alias «Invisible», de la organización Los Lobos, quien está vinculado al asesinato de Fernando Villavicencio; y Julio Velasco Pilamunga, uno de los líderes de la organización delictiva «R».
El SNAI no ha explicado las razones por las cuales se decidió trasladar a Terán y a Muentes al centro penitenciario de máxima seguridad La Roca. En esa cárcel también se encuentra el hijo de la vicepresidenta de la República, Francisco Barreiro, procesado en el caso Nene, por el presunto delito de oferta de tráfico de influencias en esa entidad.
