«Entré a mi turno normal ayer (13 de diciembre del 2014), a las 20:00. Estaba en una parte que le decimos el «codo» dentro del túnel, nos dijeron que limpiáramos el túnel. Habían pasado unos 20 minutos cuando escuchamos una explosión muy fuerte.
Me lancé al suelo.
De inmediato, sentí un viento muy fuerte, un ventarrón que llegó a levantarme del piso. Inmediatamente el agua me cubrió y arrastró.
No hubo tiempo para salir.
El agua llenó completamente el túnel y me dio varias vueltas.
Yo me dije: aquí me llegó la muerte. Me encomendé a Dios.
Palos, tubos y tablas que arrastraba el agua me golpeaban.
De pronto, choqué contra unas varillas de gran tamaño que cruzan el túnel en todo su diámetro. Sentía cómo los fierros que arrastraba el agua me golpeaban.
Todo ocurrió en pocos segundos.
Luego el nivel del agua bajó. Quedé boca abajo y tenía tablas y fierros sobre mí. Con la fuerza de Dios quité unas tablas de mi espalda y pude levantarme.
El agua me daba hasta la cintura. Había mucha confusión. La gente a mi alrededor gritaba y pedía ayuda.
Alguien sostuvo mi pie y me pidió ayuda, pero apenas si podía caminar. Me había roto la cabeza.
Con las pocas fuerzas que tenía pude salir del túnel.
Vi gente que venía a ayudarme y me sacaron de allí».
En la cuenta de Facebook de la empresa Coca Codo Sinclair se publicó un comunicado oficial en el que se dice que el accidente ocurrió a las 20:30 aproximadamente. Asimismo, se explica que fue por un derrumbe en el pozo de presión #1. Este se ubica al lado sur de la carretera Quito-Lago Agrio, a unas cuatro horas de la capital.
Gracias a Diario EL COMERCIO
