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Qué se necesita para ser voluntario para recibir la vacuna contra Covid-19

Ecuador buscará 20.000 voluntarios para ser parte del proyecto Solidarity Vacunas, liderado por la OMS, que llegará al país con tres vacunas para medir su efectividad.

En noviembre de 2020 está previsto que inicie la aplicación de tres vacunas contra Covid-19 a unos 20.000 voluntarios ecuatorianos.

El proceso, sin embargo, iniciará en octubre cuando la Universidad San Francisco de Quito empiece el reclutamiento de los participantes con el apoyo del Ministerio de Salud.

El investigador de la Universidad San Francisco y coordinador de la iniciativa, Enrique Terán, adelantó a este Diario los requisitos que deberán cumplir los voluntarios que deseen ser parte del proyecto. El principal grupo objetivo serán hombres y mujeres de 20 a 50 años. Sin embargo, también se reclutarán personas de otros grupos etarios. Los voluntarios no deben tener enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión.

Los participantes deber ser personas que no tengan o hayan tenido Covid: se trata de una vacuna preventiva que busca medir su eficacia en personas sanas.

En este proyecto no habrá retribución económica. La OMS entregará un seguro médico a los 20.000 voluntarios para garantizar atención profesional ante un efecto secundario. Habrá una leve evaluación médica antes de la aplicación de las dosis.

Terán explica que “el objetivo es medir la eficacia de la vacuna sin que el voluntario sea sometidos a tratamientos previos”.

El investigador de la Universidad de las Américas, Rodrigo Henríquez, explica que, “normalmente, en este tipo de ensayos clínicos el 50% de los participantes recibe las vacunas y el otro 50%, una sustancia placebo”. Henríquez dice que, de esta forma, se verifica que la vacuna tenga un real impacto en los voluntarios.

El farmacólogo Enrique Terán asegura que los riesgos que corren los voluntarios en la tercera fase de investigación son mínimos. Esto “porque las vacunas han atravesado dos fases previas en las que se ha validado su eficiencia para ser colocadas en grandes poblaciones”, dice.

En esto coincide el profesor de la UDLA, Rodrigo Henríquez, quien agrega que “una vacuna que se encuentra en la fase tres es porque no produce efectos graves secundarios”.

Aunque los médicos aseguran que los efectos secundarios son mínimos, anticipan que los voluntarios pueden sentir: Dolor y enrojecimiento en el lugar de aplicación. Fiebre. Dolor muscular y de cabeza

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